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RELACIÓN ENTRE EL SUEÑO Y LA PIEL25/02/2019



Es un hecho que las noches de sueño inadecuadas e insuficientes provocan una serie de cambios en el organismo con efectos no deseados. Pero también es cierto que dormir bien nos mantiene sanos.
Algunas de las consecuencias de dormir poco son: dificultades para adelgazar, aumenta el riesgo de enfermedades, propicia el insomnio, disminuye la libido y suma años al rostro.
Eso mismo, la cantidad de horas que dormimos y la calidad del sueño están relacionadas directamente con la apariencia de nuestra piel.
Cuando dormimos mal o poco, despertamos con ojeras y con apariencia de cansados. No basta con eso, la hormona del estrés induce a la compresión de los vasos sanguíneos que riegan la epidermis, disminuyendo la circulación de la sangre en el rostro, dejando la piel sin vitalidad.
Durante el sueño, nuestro organismo combate los radicales libres. Esto es porque la oscuridad ayuda a la producción de melatonina que, además de inducir el sueño, es un poderoso antioxidante.
Es durante la noche que la piel se repara y se renueva, las células descansan y reequilibran los efectos del día a día.
Además, es durante la noche que ocurren actividades naturales que estimulan la producción de fibroblastos y aumento de la producción de las fibras de sustentación, como la elastina y el colágeno.
La producción de colágeno aumenta durante la noche. Si dormimos mal, la producción de colágeno disminuye, como resultado la piel se vuelve más flácida y propensa a las arrugas.
Y eso no es sólo la sabiduría popular. Los estudios científicos demuestran este hecho. Uno de estos estudios fue realizado por la University Hospitals Case Medical Center, en los Estados Unidos.
Los científicos constataron que pocas horas de sueño o un reposo de mala calidad aumentan la velocidad de  formación de arrugas y la cantidad de manchas, reduciendo de forma significativa la capacidad del cutis para protegerse y recuperarse de la agresión de factores externos como la contaminación.
Se evaluaron las condiciones de piel y de sueño de 60 mujeres con edades entre 30 y 49 años. La mitad de ellas presentaban mala calidad de sueño. Los investigadores encontraron diferencias importantes entre las que dormían bien y aquellas que no tenían un buen descanso.
Las que dormían mal presentaron mayor cantidad de arrugas, manchas y disminución de la elasticidad de la piel. Además, el cutis de esas mujeres manifestaba menor capacidad de recuperación a agentes estresantes.
¡Una piel más joven es sinónimo de sueño adecuado! Enfocate en equilibrar el sueño con una buena alimentación.
¡Durante la noche intentá dormir bien y durante el día contá con la ayuda de Colágeno Líquido Qualinova!
 

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