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TÉ BLANCO: ¿CÓMO AYUDAN LAS CATEQUINAS A NUESTRA SALUD?09/11/2020



El té blanco proviene de la Camellia Sinensis, al igual que el té verde y el té negro. Pero ¿cuáles son los beneficios para la salud del té blanco?
 
El té blanco se elabora a partir de hojas y cogollos antes de que se abran por completo, cuando están cubiertos de un pliegue blanco. Por eso la bebida recibe ese nombre.
 
En comparación con los otros dos tés, el té blanco es el menos procesado y, por lo tanto, retiene una gran cantidad de antioxidantes.
 
Una investigación en la Universidad Estatal de Oregón, EE. UU., encontró que el alto contenido de polifenoles del té blanco lo hace más efectivo que el té verde para inhibir las mutaciones del ADN. El té blanco tiene un 40% más de polifenoles y catequinas que otros tés.
 
Las catequinas son polifenoles y potentes antioxidantes. Así, ayudan a prevenir el cáncer, enfermedades cardiovasculares y cerebrales degenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, además de tener acción antiinflamatoria y proteger el hígado.
 
Otro estudio de 2009, de la Universidad del Reino Unido, encontró que las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del té blanco podrían reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, algunos tipos de cáncer, artritis reumatoide y retrasar la descomposición de elastina y colágeno en la piel.
 
Beneficios comprobados del té blanco
 
Es antioxidante: el té blanco está cargado de un tipo de polifenoles llamados catequinas, que combaten los radicales libres. Y el té blanco parece ser uno de los mejores tipos de tés para combatir los radicales libres. De hecho, los estudios sugieren que la bebida tiene antioxidantes similares al té verde, conocido por sus beneficios para la salud.
 
Optimiza la pérdida de peso: tanto el té verde como el té blanco pueden ser tan efectivos para quemar grasa. Ambos tienen niveles similares de cafeína y catequinas, que en conjunto parecen tener un efecto sinérgico. Un estudio encontró que el extracto de té blanco podía estimular la descomposición de la grasa y prevenir la formación de nuevas células grasas.
 
Combate la osteoporosis: los estudios han demostrado que los radicales libres y la inflamación crónica pueden acelerar la osteoporosis, ya que pueden suprimir las células que ayudan al crecimiento óseo y promover las células que deterioran los huesos. Pero se ha demostrado que las catequinas combaten estos factores de riesgo.
 
Previene el cáncer: la oxidación del ADN celular aumenta las posibilidades de cáncer. Por tanto, la acción antioxidante de las catequinas presentes en el té blanco ayuda a prevenir el cáncer. Una investigación del Instituto de Ciencia y Medicina Linus Pauling en California (EE. UU.) encontró que el té blanco previene los cambios genéticos que pueden causar cáncer.
 
Acción antiinflamatoria: las catequinas presentes en el té blanco son capaces de reducir los procesos inflamatorios. Por lo tanto, el té blanco puede ser bueno para quienes padecen artritis inflamatoria, ya que disminuye la velocidad de degradación del cartílago articular y el riesgo de tumores y cáncer de colon.
 
Previene enfermedades cerebrales degenerativas: la oxidación excesiva de las neuronas reduce el riesgo de enfermedades cerebrales degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Con la fuerte acción antioxidante de las catequinas, el té blanco es capaz de prevenir estos problemas.
 
Controla el colesterol: la acción antioxidante de las catequinas en el té blanco ayuda a reducir la oxidación del colesterol. Por lo tanto, el té contribuye a la reducción de LDL, que es el colesterol malo. En consecuencia, también disminuirá el riesgo de enfermedad cardiovascular.
 
Protege la visión: la oxidación excesiva de la retina, la capa más interna de tejido en la parte posterior del ojo que transforma la luz y las imágenes en señales nerviosas que se envían al cerebro, causando una enfermedad macular degenerativa que compromete la visión. La acción antioxidante de las catequinas disminuye la oxidación de la retina y así previene la enfermedad.
 
Antienvejecimiento: los radicales libres provocan una aceleración de los procesos naturales de envejecimiento. Debido a las propiedades antioxidantes del té blanco, disminuye el riesgo de envejecimiento prematuro.
 
Piel sana: además del efecto antienvejecimiento, el té blanco se puede utilizar para mantener la piel bella y sana. Es eficaz en la reparación y recuperación de la piel dañada también por su alto poder antioxidante.
 
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